Somos el dolor de una uña encarnada
un retorcijón de panza
una muela careada.
Somos la desdicha
un amor frustrado,
una promesa de un verano pasado.
Somos alegría, una risa contagiosa.
somos la bohemia de una noche acalorada,
la poesía triste y una canción de protesta.
El ritmo de un estribillo,
la locura ajena.
Somos religiones, creencias y folklores
paganos.
Las misas, las vírgenes y dioses sin rostro.
Somos el mar que marea,
una lluvia otoñal, el frio del invierno.
Somos lucha, victorias, guerras perdidas.
Somos nuestros muertos que en
nosotros respiran.
Somos aguas benditas de flores secas.
La mala espina de un pasado
que no nos olvida.
Somos la culpa, las obligaciones,
el sudor de la frente.
somos la educación de mamá,
el revés de la mano, la chancleta voladora.
Somos deseados, un suspiro, un anhelo.
Somos maldecidos, y el enojo en el ceño fruncido.
Somos una foto que se destiñe,
somos viejos que en la nostalgia, el pasado
parece mejor.
Somos el crimen que no cometimos,
un arma de doble filo.
Una moneda que cayó del lado contrario.
Somos la esperanza de una historia
aun no escrita.
Somos el amor de alguien que nunca llega.
Somos recuerdos, somos olvido, somos lo que fuimos
y lo que seremos.
Con una mochila a cuesta
repletas de experiencias,
que nos dice que somos…
nuestro propio destino.