Lluvia…
Lluvia que caes en mi cara
mirando el cielo, sintiendo la libertad.
Lluvia que traes mis recuerdos
mojados en la plaza jugando
con calaveras de cáscara de nuez,
en los océanos y mares
que alimentas en corrientes hostiles
en el cordón de la calle.
Lluvia que traes
a mi viejo y sus manos
curtidas de tanto trabajar.
Sus caricias ásperas, su nicotina
en bocanada encerrados en el garage.
Lluvia de invierno
que estremece hasta los huesos
mientras miro los remolinos de la calle
detrás de un vidrio empañado
de la casa familiar.
Lluvia de primavera
que hueles a fresia y
encandilas con el arco iris
que muere sin final.
Lluvia caída en otoño
descansando en el remanso
de un colchón de hojas que tapizan
la vereda, esa vereda que desde niño
me vio pasar.
Lluvia de verano
de olor a tierra mojada
de besos que se fueron.
Lluvia de amores empapados
agarrados de la mano,
chapoteando ilusiones y futuro
que no serán.
Lluvia…
Lluvia de nostalgia,
de recuerdos guardados
de anhelos que pronto mojarás.