¿Hay algo que siempre pospones? ¿Por qué?

Ante todo, debí decir que necesitaría varias de estas vidas en la tierra. No me alcanzan los años para hacer todo lo que quisiera.

Amo mi vida y todas las oportunidades que tuve y me han llevado siempre aprender otras nuevas, que siemore me llevan a querer más y diferentes. Siempre saliendo de la zona de confort. Siempre emprendedor. Necesitaría más horas en el día, más dias en los años.

Pospongo viajar, amo viajar y no necesariamente debe ser por el mundo o con hoteles lujosos o grandes presupuestos. Me encanta conocer historias de vida pueblos alejados. Si tiene un arroyo, una laguna o már o un río, mucho mejor. Cada rincón del planeta debería tener su bosque, sus árboles y una corriente de agua y ahí estaré.

A mis cuarenta y tantos cada vez tengo o me hago más tiempo para eso que tanto pospuse, pero quizás lo que me quedé de tiempo no me alcance a conocer los confines infinitos de esta tierra. Que tiene paisajes, olores y sabores tan especiales.

Pospongo escribir tanto como leer y me propongo cada día mejorar a qué el día me rinda más.

Una anecdota:

Era chico, tendría unos 7 años y por la puerta de casa todas las tardes de sábado y domingo cuando el sol apaciguaba en verano y primavera, pasaba montado en bicicleta con i a corneta, un hombre morrudo de bigotes , vestido de blanco con o heladero y gorra con vicera. Vendia pocholos blancos y algunos rosados y pirulines y manzanas caramelizadas. Siempre lo veía, tenia mis ahorros pero siempre.me decía, voy a comprarle un tarde que sienta que es especial.

Pasaron los fines de semana y los años también y fui creciendo y seguí sintiendo que ese día especial para pararlo y comprarle y sentarme bajo la sombra a comer esos pocholos no llegaba, hasta que un año nunca más volvió a pasar ese hombre y mi oportunidad se escurrió cono agua por mis manos, agua que se va y no vuelve.

Aprendí

Que las oportunidades se presentan pero no siempre estarán y que esas tarde idealizada que tanto esperé para comprarle pochoclos a ese hombre nunca llegó pero nunca llegaría. Porque mi ideal era muy mío. La tarde iba a ser especial si yo lo hubiera querido así, si hubiera estado predispuesto. Si hubiera dejado que el momento se convierta en especial sin esperar señales.

Desde ese entonces, hace ya unos años, con los viajes que es algo que siempre pospongo. Soy de no armar demasiados planes. Me puedo levantar un día de fin de semana, cargar en el auto una mochila, el equipo de mate, y salir a la ruta sin destino. Que sea todo descubrimiento.

Espero este año hacer un viaje que hace años pospongo; ir hasta la estación de tren de madrugada, sacar el boleto hasta Mar del Plata, disfrutar el paisaje por la ventana, conocer esas estaciones abandonadas y algunas oxidadas. Llegar a destino, darme fotos con el mar de fondo y volver al tren para volver a mi hogar, simplemente el viaje.

El mensaje

Cómo el pochoclero de mi barrio

Posponer no hace mal en la vida. Hay que hacer lo que se nos canta y tener buena vibra, gritar, soñar, enamorarse viajar, comer y dormir una siesta a la sombra de un árbol frondoso.

No pospongo más dentro de mis posibilidades.