Los cuarteles
No son del invierno.
No son de ninguna estación
No son, no son.
Los cuarteles son
algo siniestro.
En tiempos
De hambre de ideales
Los pensamientos
Son veneno
Para unos viejos
de bigotes
De verga chica
Que se creen patrón.
Los derechos humanos
No son, no son
Mientras haya alguien
Que grita de dolor
En un calabazo
Tal vez un pozo
Y el mar revuelque
En sus orillas
Lo que quiso ser.
Las miserias no
Son ajenas
No son, no son
La indiferencia
Pago el precio más caro
Hay un ausente
En cada esquina
almas en llagas.
Voces silenciadas
Una sonrisa
Que se ha borrado.
Y nuevos llantos desgarrados
De una abuela, una madre
Un atropello de
La soledad.