Un 26 de junio de 1987 justo unas horas antes, mientras se llevaban a cabo los preparativos para la fiesta local de la Nieve, donde el pueblo ansioso esperaba la fecha como cada año para recibir a los turistas que llegaban para disfrutar de bailes, gastronomía patagónica, cerveza y chocolatada típica. Pasó lo impensado. Sus más de cien habitantes más algunos turistas, fueron salvajemente asesinados de diversas formas. Así el pueblo pintoresco de montaña, de la nada, se convirtió en un escenario desgarrador y tenebroso.
Así comienza el viaje de terror que nos propone Luciano Lamberti en La Masacre de Kruger, en un pueblo ficticio (Kruger) del sur argentino rodeado de espesas arboledas y pinares, arroyos,y montañas nevadas en el horizonte que rozan un cielo recreando un paisaje habitual de nuestra patagonia. Un pueblo de menos de cien habitantes, tranquilo, desolador pero al mismo tiempo acogedor.
¿Quien originó semejante crueldad? ¿Cómo fue que murieron todos los vecinos? solo salvándose una anciana, porque se encontraba de viaje. La Masacre de Kruger es un libro donde lo más importante es transitar la historia, más que conocer su desenlace. Descripciones sin aliento, escenas de acción que se devoran sin descanso. Una lectura atrapante y asfixiante con increíbles descripciones aterradoras. Encontrándonos frente a frente al delirio colectivo de la matanza, donde la nieve se tiñe de roja, donde vuelan vísceras por los aires cayendo sobre carteles. Hachazos, cuchillazos, decapitaciones, corridas y gritos. El escenario es bestial y nada tiene que envidiar a una película gore.
Lamberti propone desentrañar los motivos de la masacre con un recurso cinematográfico recurriendo al género documental. Breves fragmentos de la historia están contados en tercera persona, mientras que el resto del relato se construye recreando recortes de diarios, libros de historia del pueblo y con comentarios de los habitantes como si estuvieran hablando en cámara en un documental que reconstruye un hecho policial aún no esclarecido.
El relato hace un recuento desde los momentos que Kruger prometía paz, tranquilidad y belleza, hasta la desolación de un pueblo fantasma en el presente, posicionándonos en un primer momento en el nudo de la historia, para llevarnos al principio y final en un ir y venir.
La Masacre de Kruger es seductora para los amantes del género de terror explícito, no sólo por los litros de sangre fresca derramada en la nieve, sino por la locura, y las perturbaciones de muchos de los personajes. Lamberti es detallista y le agrega humor negro haciendo hablar a los personajes de forma increible.
