Frotó fuertemente con agua y jabón sus manos debajo de la canilla del baño para quitarse la sangre. Luego se miro en el espejo acomodándose la ropa y el cabello, observó minusiosamente que no le hayan quedado rastros ni salpicaduras. Tomo de la mesa su novela favorita y camino hasta la playa.
Se descalzo para sentir la arena en sus pies. Camino hasta la orilla del mar y se sentó en la cima de la roca más grande a leer su libro favorito Little Woman.
Se sentía tranquila, el abuso, la violencia, el sexo no consentido, ya eran parte de su pasado al igual que su padre.